"...La mayoría de las gaviotas no se molesta en aprender sino las normas de vuelo más elementales: como ir y volver entre playa y comida. Para la mayoría de las gaviotas, no es volar lo que importa, sino comer. Para esta gaviota, sin embargo, no era comer lo que le importaba, sino volar. Más que nada en el mundo, Juan Salvador Gaviota amaba volar..." Para leer el libro completo, haz clic aquí

domingo, 24 de octubre de 2010

Cuento: El Niño Ciego

Cuentan que llegaron una vez, un matrimonio con su pequeño hijo, a la casa de un Maestro.
El niño era ciego de nacimiento y tenía desviado un ojo; el Maestro era conocido por su sabiduría y, sobre todo, por sus milagros.
Los padres le ruegan al Maestro que ayude al niñito, y el Sabio, sin mucho protocolo, hizo unos pases con sus manos sobre el rostro del pequeño y exclamó: "Listo".
El niño se volteó hacia sus padres y comenzó a gritar: "¡Puedo ver, puedo ver!¡Los veo, los veo!"

Los padres se miraron enmudecidos, luego la madre se dirige al Maestro diciendo:
"¿Podría también enderezarle el ojito asi se ve mas bonito?"


Moraleja: La ignorancia no se cura con milagros.

Anonimo

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