"...La mayoría de las gaviotas no se molesta en aprender sino las normas de vuelo más elementales: como ir y volver entre playa y comida. Para la mayoría de las gaviotas, no es volar lo que importa, sino comer. Para esta gaviota, sin embargo, no era comer lo que le importaba, sino volar. Más que nada en el mundo, Juan Salvador Gaviota amaba volar..." Para leer el libro completo, haz clic aquí

domingo, 18 de julio de 2010

Verdades contra Verdades (2º Parte)


Existen verdades relativas, circunstanciales, individuales, pero también existen verdades absolutas, universales. Como por ejemplo, que el sol nos da calor, que la tierra existe, que la gravedad nos tiene parados sobre el planeta, etc., etc.

Y es en estas ultimas donde quiero centrarme, ya que todos tenemos derecho a acceder a ellas, pero ese derecho está siendo manipulado más de lo que creemos, ya que en la paradójica era de la comunicación, "el saber da poder", y cuanto menos sepamos, mejor.

Concretamente, si se descubriera una forma de curarse sin medicinas, es dudable que lo informen; si supieran de una manera de viajar al espacio con el poder de la mente, tampoco lo dirían, sencillamente porque miles se quedarían sin trabajo, y sobre todo, unos pocos se quedarían sin sus miles. Si se demostrara científicamente que la clarividencia existe: ¿que gobernante estaría dispuesto a difundirlo bajo riesgo de que cualquiera descubra su inescrupulosa vida? Esto por dar sólo unos ejemplos.

Espiritualidad contra escepticismo es una de las más grandes guerras ideológicas que se desatan en la historia de la humanidad, y mientras los teólogos, astrólogos, esoteristas, etc., defienden sus “metafísicas” verdades, los escépticos no dudan en flechar con su dedo acusador a cuanta persona se atreva a tomar en serio tales postulados.

El problema del esoterismo es que hay muchos delirantes y charlatanes, ¿pero acaso la ciencia no peca de lo mismo? El escepticismo de por si no tiene nada de malo, todo lo contrario. Es bueno para analizar con conciencia crítica las cosas. Lo que sucede que la única forma de comprobar los postulados esotéricos es personalmente. Llevándolas a la práctica en persona. Pero es ridículo caer en fundamentos como los del escéptico Oscar Menéndez, que argumentaba durante un debate sobre Ovnis en 1995, que si muchos pilotos afirman haber visto Ovnis "lo más razonable es pensar que todos mientan".

Sintéticamente, es tan peligroso ser un crédulo, como un escéptico empedernido.

En fin, quiero centrarme en algo concreto. Los métodos que se utilizan hoy en día para “luchar” contra las “verdades inconvenientes”.

Lo más rudimentario es tapar una verdad con una mentira, pero los métodos se sofisticaron, en la actualidad, una verdad se refuta con otra verdad. Esta es la forma más ingeniosa y efectiva que se ha encontrado. Ampliemos.

Algunas técnicas para refutar un planteo:
- Quitar credibilidad al autor: Si estas a punto de decir algo que no me conviene, escracho públicamente tu comportamiento o ideología (con verdades o con mentiras) para que pierdas credibilidad. No se está refuntando el planteo en sí, pero se logra que la gente cierre los oídos y mire para otro lado.

- Debilitar la información con verdades a medias: Es lo que sucede hoy en día con el cambio climático. Quienes niegan este cambio dicen que el planeta periódicamente debe pasar por estos cambios y que es normal. (lo que no aclaran es que cuando atravesamos esos cambios, gran parte de la población corre peligro).

- Falsear la información: Afirmar que un planteo es una farsa, un engaño, un chantaje, una alucinación. Decir que si alguien vio un OVNI es porque está loco o está buscando fama, etc. Antes de la era de la fotografía, quien veía ovnis o fantasmas era mentiroso o alucinaba; si el avistamiento era masivo, alucinación en masa; cuando se empezó a fotografiar, eran trucos o ilusiones ópticas; cuando apareció la filmadora, lo mismo; con la era digital, resulta que la culpa la tiene el photoshop.

- Desviar la atención: La típica del Mundial 78, bombardear los medios de comunicación con algún evento o noticia que impacte, emocione, y nos distraiga de los temas relevantes que deben ser ocultados o, en su defecto, aminorados.

- Verdades contra Verdades: La más efectiva de todas las técnicas. Fíjense, si se refuta una verdad con una mentira, la mentira tarde o temprano podrá ser descubierta y la verdad aflorará de nuevo. Pero si a una determinada afirmación se la tapa con una verdad (aunque fuera aparente), entonces lo que nos queda es un fundamento contra otro, lo que nos obliga a encontrar nuevos fundamentos o nuevas afirmaciones en relación a lo mismo para poder salir de la controversia, que puede durar siglos. (Por ejemplo, la homeopatía hace siglos que viene defendiendo y difundiendo sus métodos, de hecho hay muchos testimonios de pacientes que corroboran su efectividad; pero científicamente, frente a un microscopio el agua del homeópata es solo agua, y no cura sino que actúa como placebo. Frente a estos hechos, una verdad contra otra parece una pesadilla que nunca acaba. Recién hoy en día con la surgente ciencia quántica, y las cargas energéticas de información, se están encontrando salidas a esta milenaria discusión.)

Los escépticos no comprenden que la ciencia está aun muy limitada en sus métodos de investigación, por ende de demostración.
Si yo tengo una experiencia sobrenatural, mi deber es divulgarla. Si la ciencia no puede o no sabe demostrarla, el problema es de la ciencia. Yo lo que conozco es: "a mi me pasó X haciendo tal o cual cosa, hacelo vos también para que lo compruebes". Pero si estas cerrado a la experiencia, entonces imposible.

Ahora, es importante aceptar que la ciencia siempre condenó –desde la risa hasta la cicuta- a toda nueva teoría que amenace derribar alguno de sus sagrados postulados, y la mayoría de las veces esos "locos" acusados, tuvieron razón. Se rieron de Einstein, de Sócrates, de Galileo, de Newton. Gracias a Dios el tiempo les dio la razón (no, perdón, otros científicos de mente abierta).
Ahora resulta que por siglos debemos creer en lo que un grupo dice que creamos y reírnos de lo que nos digan que es gracioso, y luego de siglos vienen y nos dicen, "ah no, resulta que esto era cierto".

Darwin propuso la disparatada teoría de que el hombre proviene del mono, nunca pudo demostrarlo de forma contundente, ya que todavía se sigue buscando el eslabón perdido (al menos 4 veces en mi vida escuche la noticia de que ya se había encontrado y después resulto que no). Es decir, despues de siglos aun no se encontro la principal prueba de su fundamento. Pero estos no son locos, claro… Científicos de todo el mundo pretenden explicar "algunos casos de aterrizajes OVNI como fraudes o confusiones con "Venus", "un bidón de aceite", "un feto", "algas marinas", "un objeto corriente" (?), "hombres de Cruz Roja", la "ventana de una casa", una señal de tráfico, un "bidón marino", una "tienda de campaña", un "mono", una "lechuza", una "fantasía de sordomudo", un cura, una "rueda de camión", etc. La verdad es que una rueda de camión, por aquello de ser redonda, nos recuerda más al típico Platillo Volante, pero ¿como se puede confundir un OVNI con un cura, un mono, o una lechuza?"

Y en esta maraña de verdades contra verdades -de verdades que nos son entregadas a medias, otras que esperan ser demostradas y otras que todavía están sin descubrirse- la mayor aventura, el mayor desafío, consiste en la búsqueda misma. Y sobre todo, en saber buscar: Desarrollar nuestra conciencia critica; poner todo en duda como Descartes, pero sin caer en la incredulidad total; ser reflexivos y abiertos; descartar el odio y la burla; saber que simplemente, todo está por descubrirse y, finalmente, que la experiencia personal es la mejor consejera.

“Buscad la verdad y ella os hará libres” –y sobre todo felices-, ubicada en un ámbito social, político, laboral, científico o espiritual, esta frase es un consejo por excelencia acerca de cual debe ser el norte de nuestras vidas. Y para finalizar, quisiera agregar otra: “Quien no sabe donde va, siempre acaba en otra parte” (refrán popular).

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