"...La mayoría de las gaviotas no se molesta en aprender sino las normas de vuelo más elementales: como ir y volver entre playa y comida. Para la mayoría de las gaviotas, no es volar lo que importa, sino comer. Para esta gaviota, sin embargo, no era comer lo que le importaba, sino volar. Más que nada en el mundo, Juan Salvador Gaviota amaba volar..." Para leer el libro completo, haz clic aquí

lunes, 5 de julio de 2010

Verdades contra Verdades (1º Parte)

Tecnología, política, revolución, afectos, matrimonios, hijos, tradiciones, modas... muchos son los factores que afectan de alguna manera nuestra existencia, pero si hay algo que realmente marca la vida del hombre, la lucha del hombre, es la BÚSQUEDA DE LA VERDAD.

Y no es que quiera sonar ceremonial, en cualquier discusión que uno tenga, el objetivo es llegar a una verdad, y que se imponga (porque es lo justo, pensamos). Si sabemos de un chisme o una injusticia, no podemos callarnos "porque tiene que saberse". Nuestro mismo comportamiento está guiado por una serie de principios o valores morales que, conciente o inconcientemente, nos dicen cómo es correcto actuar, pensar, sentir; y esto, lo correcto o incorrecto, es un dilema de verdades: ¿quien tiene razón? ¿Quién dijo por primera vez que algo era malo o bueno, y bajo qué fundamentos?

Desde que al Ratón Pérez y Santa Claus se les caen las caretas, comenzamos a preguntarnos si todo lo que conocemos es realmente como se nos ha dicho... aunque no todos. De modo que están los inconformes de los esquemas tradicionales de pensamiento, y los que encajan -cómoda o incómodamente- en la estructura del sistema, sin sospechar siquiera que los engaños de la "elite" no se acaban en nuestra infancia, sino al contrario.

Todo lo que podamos pensar de nuestra vida está regido por una verdad o una mentira, un sistema de pensamientos que se nos inculcó, pero que muy raras veces ponemos en duda. ¿O acaso nuestros abuelos no pudieron estar equivocados en algo, no se tragaron alguna mentira de alguien, que de paso ya venia tragándose las mentiras de un antepasado que ya venia creyendo en algo equivocado?

¿No pasó eso con los alemanes y los nazis? En qué poco tiempo toda una nación y alrededores fueron manejados como títeres por un sistema de valores absurdos.
Pensemos… ¿cuánto tiempo lleva la humanidad sobre la tierra?.

Todos creen tener la verdad, y la disputan. Entonces la religión se disputa la razón con la ciencia; los esoteristas, con los escépticos; los de izquierda se sienten con mas verdad y justicia de que los de derecha; los hippies, mas dignos que los empresarios; los naturistas contra los genetistas, conservadores contra liberales;y asi con todo nuevo planteo: el aborto, el matrimonio gay, la pena de muerte, etc, etc, etc. Y en ambos bandos todos afirman ser dueños de la verdad.

Por otro lado, hace tiempo ya que se escuchan -por numerosas vias- rumores de que la elite gobernante mundial nos va manipulando en base a mentiras. De modo que las guerras se inician con excusas públicas de paz y libertad, cuando el único objetivo es económico. Y resulta que parece que el hombre no llegó a la luna en los ´60. Que las enfermedades cardiovasculares matan 1000 veces mas gente que el terrorismo, pero la inversión millonaria se destina a este último (porque una masa temerosa es mas fácil de dominar). Que la GripeA fue un invento lucrativo de algún laboratorio avalado por la OMS, etc., etc., etc.

Y todo eso nos influye, masiva e individualmente, mientras optamos por quedarnos de un lado u otro del ring, no siempre estando seguros. Podría decirse que, a veces, caminamos nuestra vida a tientas. Así será, mientras no conozcamos la "verdadera realidad" (valga la redundancia) del entorno que nos rodea y, sobre todo, de nosotros mismos.

“Buscad la verdad, y ella os hará libres”, parecerá una frase trillada, pero cada vez más certera y actual.

Continuación

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