No se sabe cómo, cuándo ni dónde surgió la leyenda del unicornio, pero ha conseguido estar presente en la imaginación popular, la literatura y el arte más que cualquier otro animal creado por la fantasía. Ya el médico Ctesias en el siglo V a.c. lo describió como un "asno salvaje" que vivía en la India, grande como un caballo, de cuerpo blanco, cabeza roja, ojos azul oscuro y un afilado cuerno en la frente de unos cuarenta y cinco centímetros. Esta fue la descripción que se transmitió a través de las fuentes griegas.
La única manera de atraparlo era mediante una dama abandonada en el bosque. El Unicornio dócilmente se acerca a ella y posa su cabeza, durmiéndose, en su regazo. Simbólicamente, la doncella virgen, representa el aspecto femenino, pero el Unicornio, en cambio, simboliza la fuerza salvaje, indomable, masculina.
En general, los animales con un solo cuerno simbolizaban desde la antigüedad un emblema de soberanía y poder superior y único.
También fue asociado a Cristo, a quien representaba, y con la castidad por ser un animal solitario. Fue asociado también con la magia y la medicina. Durante muchos años el símbolo de las farmacias fue un unicornio, su cuerno o su cabeza.
Se le asocia, aún hoy en día, con los sueños, la libertad y la independencia.
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